Una película de Charles Chaplin que nace como una protesta a la mecanización del hombre y ahora se la puede llegar a comparar con nuestra sociedad, donde las personas siguen siendo un esclavo de su jornada laboral, vive de los salarios, rutinas, etc.…
Charles Chaplin, representa a Charlot “un empleado de una fabrica” en una sociedad industrial, donde todos los empleados trabajan como robots programados con el fin de que el empleo les de dinero para alimentarse, sin importar todo el esfuerzo que realicen, sin importar a las humillaciones que pueda recibir de sus jefes, como la máquina para alimentarlos y así que no pierdan tiempo y continúen produciendo para enriquecer a los dueños de la fabrica (Todo controlado, para que la cadena de montaje no se rompa y así los niveles de producción alcancen el máximo).
Charlot va a prisión por que lo confunden con un líder Socialista y en prisión pasaba tranquilo, tanto que en el momento de salir el ya no quería, prefería vivir encerrado donde siempre tendría las 3 comidas diarias y una cama, mientras que a fuera se encontraba como un monstro la sociedad podrida, con ansias de tener más poder y de explotar a las personas que tienen mayor necesidades y aprovecharse de ello.
Se enamora de una chica huérfana que le da las fuerzas para trabajar, desde entonces Charlot solo trabaja por amor, en busca de estabilidad que no la encuentra, continuarán juntos la batalla cotidiana para encontrar un lugar digno en la sociedad.
Por medio de esta película hace un llamado a lo que todas las personas tienen derecho: la dignidad, el bienestar., el acceso a la vivienda, la búsqueda de un trabajo que se acondicione a lo que les gusta hacer y nos da un mensaje directo de la transformación del hombre en maquina de trabajo, con fines de producción en masa y enriquecimiento a los dueño de las fabricas.
Brayan Montiel
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